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¿Cómo ayuda la fisioterapia a una hernia discal?

Fisioterapia para una hernia discalEl dolor de espalda no es un problema inusual. Muchas personas sufren dolores y molestias en esta zona en algún momento. Es posible que no se preocupe mucho si el dolor es ocasional o leve. Sin embargo, cuando es persistente y se intensifica, necesita obtener alivio de inmediato. Un tipo de dolencia frecuente en la espalda es la hernia discal, que puede ser dos veces más probable en los hombres que en las mujeres. Puede provocar un dolor extremo y dificultar su movilidad y amplitud de movimiento. Puede tener dificultades para realizar tareas básicas y disfrutar de sus actividades habituales. Para tratar una hernia discal, los profesionales de la salud pueden ofrecer una variedad de métodos. A menudo, la fisioterapia es una medida eficaz.

Entender la condición

Entre las vértebras de la espalda hay unos cojines de goma llamados discos. Éstos actúan como una especie de amortiguador y mantienen unida la columna vertebral. Los discos también favorecen la movilidad y la amplitud de los movimientos. Una hernia de disco, también conocida como hernia discal, se produce cuando el centro del disco empuja hacia fuera a través del duro exterior. Esto provoca molestias y a menudo un dolor insoportable, y puede ocurrir en cualquier punto de la columna vertebral. Con frecuencia, la afección afecta a los nervios de la zona. Las hernias discales pueden afectar a personas de todas las edades, aunque las personas de 35 a 55 años son más propensas a sufrir estos efectos. El exceso de peso, el desgaste, las torsiones, los giros y el levantamiento de objetos pesados pueden provocar una hernia discal. Las lesiones traumáticas derivadas de accidentes de tráfico o laborales son una causa común de esta dolorosa afección.

Los síntomas

Algunos signos comunes le indicarán que puede tener una hernia discal. Aunque el dolor de espalda puede parecer un síntoma destacado, las molestias también pueden estar presentes en las piernas y las nalgas. El dolor puede irradiarse por la espalda hacia estas zonas, así como hacia los pies. Si tiene una hernia discal, puede sentir entumecimiento u hormigueo en las piernas o los pies. También puede experimentar debilidad muscular y dificultad para caminar. Estas sensaciones también pueden afectar a su flexibilidad. El dolor cerca de los omóplatos y los espasmos en el cuello son también efectos comunes de esta enfermedad.

Elección de la fisioterapia

Hay varias formas de tratar una hernia discal. Un médico puede recetar medicamentos para combatir el dolor y ayudarle a tener una mayor amplitud de movimiento. En los casos más graves, el médico puede recomendar la intervención quirúrgica. Sin embargo, para soluciones no invasivas y sin medicamentos, la fisioterapia es una buena opción. Un médico o quiropráctico puede recomendar la fisioterapia para una hernia discal. Por lo general, se trata de una actividad continua en lugar de unas pocas visitas al terapeuta. La duración y la frecuencia de las visitas dependerán de la gravedad de los síntomas.

Estiramiento

Realizar una serie de estiramientos específicos suele ser una forma eficaz de aliviar los efectos de una hernia discal. Un terapeuta le enseñará las formas adecuadas de estirar la espalda. Estas técnicas pueden mejorar su flexibilidad y prepararle para otros tratamientos a los que pueda someterse. Un aspecto positivo de los estiramientos es que puede realizar estos ejercicios en casa según las indicaciones del terapeuta o según sea necesario para aliviar el dolor.

Construir músculo

Los músculos de la espalda y el cuello tienen un efecto directo sobre el sistema esquelético de estas zonas. La fisioterapia para una hernia discal puede incluir el entrenamiento de fuerza y el aumento de su masa muscular. A medida que desarrolle más fuerza muscular, podrá soportar mejor el dolor. Los músculos fuertes también proporcionan un buen soporte para la espalda.

Fuerza del núcleo

En relación con esto, es importante fortalecer su núcleo. Fortalecer los músculos abdominales es una excelente manera de sostener las vértebras y aliviar las molestias de una hernia discal. Un fisioterapeuta le guiará en ejercicios y actividades para mejorar su fuerza abdominal. El fisioterapeuta puede evaluar cómo la debilidad en esta zona está ejerciendo presión sobre su espalda, aumentando el dolor ya presente a causa de la hernia discal.

Agua caliente

Un fisioterapeuta puede incluso recomendar la hidroterapia. Esta táctica puede aliviar el dolor de espalda que sientes. Sentarse en una bañera caliente también puede relajar los músculos de la espalda. El terapeuta puede incluir ejercicios aeróbicos en el agua caliente.

No todas las intervenciones para el dolor de espalda tienen que ser invasivas o implicar medicación. Si estas dolencias dificultan su calidad de vida, considere la posibilidad de realizar algunos de estos ejercicios o visitar a un fisioterapeuta para tratar una hernia discal y encontrar el alivio que necesita.