Durante el tratamiento de acupuntura, las agujas se insertan en la piel en zonas y profundidades específicas, dependiendo de los síntomas individuales de cada paciente. Durante la acupuntura sólo se utilizan agujas estériles de un solo uso para garantizar la seguridad del paciente. Las agujas suelen mantenerse en su sitio entre 5 y 20 minutos, y pueden recibir impulsos eléctricos o de calor durante este tiempo. Los pacientes suelen someterse a una serie de tratamientos semanales o quincenales, normalmente con un total de 12 sesiones de tratamiento.